Las lesiones deportivas son daños en músculos, tendones, ligamentos, articulaciones o huesos provocados por la práctica de actividad física. Entre las más comunes se encuentran esguinces, desgarros, tendinitis y fracturas por sobreuso. Sus causas incluyen sobrecarga de entrenamiento, falta de calentamiento, técnica inadecuada, fatiga muscular o golpes directos. Aunque afectan con frecuencia a deportistas profesionales, también se presentan en personas que realizan ejercicio recreativo. Su recuperación puede variar desde unos días hasta varios meses, según la gravedad. Los tratamientos adecuados permiten acelerar los tiempos de curación, reducir la inflamación y prevenir recaídas:
